08 / Joan Manuel Serrat y Alejandro Servín
Más de mil palabras…
Joan Manuel Serrat y Alejandro Servín
La llamada
En mayo de 2007 me habló Lucía, esposa de Alejandro Servín de la Mora, y me preguntó: ¿René cómo le hacemos para que Alejandro vea a Serrat? Ese año se le diagnosticó cáncer de pulmón a Alejandro, para esa fecha estaba recién operado de un tumor en el cerebro. Alex toda su vida fue admirador de Serrat, iba a verlo a cuanto concierto podía, ya sea en Guadalajara o en la ciudad de México.
En España Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina ya habían iniciado la gira Dos Pájaros de un Tiro, claro, Guadalajara estaría en su itinerario el 25 de octubre.
La pregunta era: ¿Cómo le hacemos para que Alejandro viera a Serrat cuando él viniera Guadalajara?
Visita con el doctor
En las charlas con el doctor encargado de supervisar las quimios en el IMSS, el tema obligado era el trabajo, le comentó que él era diseñador y comunicador, el doctor a su vez le platicó que en ese verano iría a Barcelona para conocer al diseñador que había realizado la imagen gráfica de los juegos olímpicos y para asistir al concierto de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, por lo cual no lo atendería en los siguientes meses.
Alejandro le platicó que toda la vida lo había escuchado, tenía todos sus discos, era un gran admirador del artista.
El doctor le preguntó si ya lo había conocido o tratado personalmente, pues en unos meses vendría a Guadalajara. Alejandro le contestó –No doctor ya no lo conocí, le daban un par de meses por la enfermedad que avanzaba. El doctor le respondió contundentemente –Don Alejandro nunca diga: ya no lo hice, mejor diga: aún no lo he hecho.
Yo creo que Lucía cuando se enteró de esa plática le nació le idea para llamarme y preguntarme ¿René cómo le hacemos para que Alejandro vea a Serrat?.
¡Uf! Yo me quedé atónito con la pregunta y claro, pensé que era imposible, yo ¿pues cómo le iba a aconsejar la forma de que Serrat recibiera a Alejandro? –No sé, déjame pensarlo, le contesté.
Fue un encuentro entre amigos
Encuentro con Alberto Escobar
Unos días después me encontré con Alberto Escobar, anteriormente, en 1989, Alejandro y yo habíamos trabajado para él y para Juan Carlos Ramírez, de Canto Tapatío, en el diseño y la toma de fotografías para el disco Historia de un Bonito Lugar, primer obra en disco LP de Paco Padilla como cantautor.
Alejandro y Alberto eran grandes amigos, por lo cual se me ocurrió hacerle la misma pregunta, ¿Cómo le podríamos hacer para que Alejandro viera a Serrat? Alberto se quedó pensando y me dijo:
–Mira, Serrat ya inició su gira, si estuviera en su casa pudiera hablar con su productor para sondear o ver la posibilidad de que lo reciba cuando venga a Guadalajara, está muy difícil agarrarlo, llegan a distintas ciudades.
Agregó:
–Mejor busca a mi hermano Fernando, él tiene más contacto con Serrat, bueno… su esposa Gabriela es muy cercana a él, cada disco que saca se lo envía, él es el esposo de la amiga de Serrat, ja ja ja.
Me quedé con la tarea de buscar a Fernando.
Visita a Fernando Escobar
Le marqué a Fer por teléfono, lo había tratado poco, nos la llevábamos muy bien, ya le había tomado fotografías en el programa de radio Entre Amigos conducido por Sergio Bross y él, le pedí una cita de cinco minutos, no más, era muy ocupado con muchas responsabilidades en el ITESO, me dijo: con gusto y me dio la cita.
Al recibirme entramos a la plática, empezamos a charlar como si fuéramos grandes y viejos amigos.
Al preguntarle sobre si conocía a Alejandro me contestó con mucho entusiasmo: –Claro, él ganó en Festival de la Canción Universitaria en los 70´s, luego, cuando yo concursé Alejandro fue jurado.
Le platiqué de su enfermedad y de la propuesta de Lucía, me comentó lo mismo que su hermano Alberto, ya estaba de gira por España, sería prácticamente imposible contactarlo.
Pero tuvo una maravillosa idea, que su familia hiciera una carta a Serrat explicándole la situación, pues –él había ya pasado por la enfermedad.
–Serrat es de una tremenda humanidad, si se entera de lo de Alejandro de seguro lo recibe.
Con esa idea salí de su oficina, los cinco minutos se volvieron como una hora.
La carta
Habría de contactar a Lucía, explicarle lo de la carta, que la hicieran, me le regresaran, entregarla a Fer para a su vez mandarla a Serrat, luego la respuesta de regreso por la misma vía, se me hizo una larga cadena, decidí escribir yo esa carta, pensando lo que su hija le escribiría a Serrat y a un lado de la firma de Pastora Servín de la Mora Cabanillas puse su teléfono particular.
Se la llevé a Fernando, pasaron los meses sin ninguna noticia.
Serrat le autografió los boletos a la familia
El día del concierto
Llegó el esperado 25 de octubre de 2007. Los Dos Pájaros presentarían su concierto en el Teatro Telmex en Guadalajara, estábamos emocionados de asistir, ya teníamos boletos en las primeras filas.
Entrañables amigos de Alejando vendrían para acompañarle, Eduardo Quijano desde la Ciudad de México y El Yuca, desde Mérida Yucatán.
Alrededor de las 2 de la tarde me llamó Lucía desconcertada y emocionada:
–¿Sabes quién acaba de marcar a la casa?
–Eduardo, que no va a poder venir.
–No.
–El Yuca que no viene.
–No, Serrat, bueno, primero una persona que se identificó como León, pidió hablar con Pastora y luego le comunicó a Serrat. No sabemos cómo supo nuestro teléfono.
Le comenté de la carta, pues no lo había hecho, eso explicó la llamada directa. Brevemente me la describió:
–Serrat????
–Sí Pastora soy yo, mira que he recibido tu carta, respecto a recibir a tu papá… te comento que estoy en el hotel, de aquí vamos al lugar a hacer las pruebas de sonido y terminando el concierto nos vamos a Monterrey y…
Le interrumpió Pastora:
–Bueno gracias, nos hubiera gustado…
–¡Joder! que déjame terminar (comentó Pastora que tenía todo el acento español) antes del concierto, León, que ya sabe todo el tema, los espera en la puerta 7, de ahí sólo tu papá y tú va a poder pasar, él los llevará a mi camerino. Los espero a las 8 menos 15.
De no creerse, Serrat les había llamado por teléfono, de inmediato le marqué a Fernando, al tomar la llamada me dijo: —Hola René, estoy en el hotel no he podido platicar con Serrat, está comiendo en el restaurarte y siempre lo hace apartado de todos.
Le comenté lo sucedido, entonces supe el destino de la carta; había llegado a él porque su esposa Gabriela se la había entregado personalmente a Candela, esposa de Serrat, él tomó la decisión de contactar a Alejandro.
La plática se extendió
Nos fuimos al concierto
Esperaron sólo un par de horas antes del concierto para hacerle saber a Alejandro la sorpresa que tendría, ya estaba más avanzada la enfermedad, su estado era un poco delicado.
Mientras nos preparábamos le pedí a Pastora que llevara una bolsa grande para meter mi cámara, por si hubiera la posibilidad de tomar una fotografía, pues no dejaban pasar cámaras, también le di unos boletos en una carpeta verde, que había realizado Felipe Cobarrubias ese año, también por si hubiera oportunidad y los autografiara.
Al llegar al teatro nos ofrecieron una silla de ruedas, para pronto me ofrecí a empujarla, esperamos durante buen rato a León, el que sabía todo el tema, lo buscaron por radio y resulta que era en otra puerta y ahí vamos de prisa Pastora, Alejandro y yo, ya con el tiempo encima. Por ir empujando la silla me dejaron pasar con ellos.
Serrat nos recibió en la puerta de su camerino, Alejandro insistió en ponerse de pie, le platicó que siempre lo había seguido, que tenía todos sus discos, que a sus hijas las dormía cantándoles sus temas, que a su esposa infinidad de veces le cantaba el tema de Lucía, Serrat no dejaba de sonreír, se trataban como antiguos amigos, la charla era muy amena.
Alejandro no lo veía a los ojos...
–Vamos hombre, me tenés que mirar a los ojos...
La toma de la fotografía
Me permití interrumpirlos, le pedí a Serrat recrear una fotografía que lo desconcertó, pidió que le contaran sobre la ella.
Felipe Covarrubias, amigo de toda la vida de Alejandro, a mediados de ese año realizó un bazar con artistas de la ciudad, con la finalidad de recaudar fondos para apoyo a la familia de Alex.
En los boletos usó una fotografía que él tomó en los años setentas, aprovechó una foto que llevaban a un concierto de Serrat para obtener su dedicatoria, su amiga Graciela Rangel les había conseguido los boletos, pero no pudieron verlo, Felipe recortó la fotografía, dejó sólo el perfil de Serrat, la pegó a un muro, puso en frente a Alejando, también de perfil como si se estuvieran viendo, coincidieron las proporciones, entonces disparó la cámara, a lo que Serrat comentó: –Entonces no es photoshop es tijerashop.
Se despidieron como grandes y antiguos amigos
Alejandro no lo veía a los ojos, a lo que Serrat le pidió: –Vamos hombre, me tenés que mirar a los ojos y sonreír, como en la foto, joder.
Preguntó si contábamos con boletos. La plática continuaba, le avisaron que ya estaban retrasados para el concierto.
Tras un afectuoso abrazo se despidieron, disfrutamos mucho a los Dos Pájaros de un Tiro.
La visita de Alejandro con el doctor
Tras ese jueves inolvidable, Alejandro me llamó el siguiente domingo por la mañana, quería un par de fotos impresas, le comenté que no las había editado, pero me dijo: no importa.
Al día siguiente muy temprano tendría sesión de quimio y vería al doctor, le quería mostrar las fotografías.
Cuando entró con el doctor Alejandro le comentó, —Doctor recuerda que un día me aconsejó: “No diga ya no lo hice, mejor diga, aún no lo he hecho” Mire…
"Serrat es de una tremenda humanidad" Fernando Escobar
El doctor al ver las fotografías sólo guardó silencio, sonrió y se limpió alguna lágrima en la mejilla.
Alejandro tuvo una notable mejoría en su estado de ánimo, no paraba de comentar su vivencia y lo increíble que había sido.
El 12 de diciembre de ese año La Virgen se lo llevó.
Que bella historia con un final feliz, fruto de tu perseverancia me llegó al corazón
ResponderBorrarMil gracias por tu comentario. Saludos cordiales.
BorrarMuchas felicidades una gran historia con final felíz en hora buena
ResponderBorrarGracias por tu comentario, saludos
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